La banca despótica
"¿Cuándo pasamos de ser aquellos clientes a los que se les atendía, se nos ayudaba o se nos informaban con exquisita profesionalidad? ¿Cuándo pasamos a ser simples usuarios? No lo sé, pero la aptitud que esta demostrando todas y digo todas las entidades bancarias es, no solo abusiva sino despótica y prepotente. De vergüenza""
A pesar de haber recibido más de 65.000 millones de euros de todos los españoles en una intervención económica definida por el gobierno de Mariano Rajoy como una línea de crédito, que sería devuelta en breve plazo, ¡ja! nuestro gozo en un pozo. Esta operación que fue diseñada para sacarles del pufo que ellas mismas habían creado con la burbuja inmobiliaria y los créditos expansivos aunque los beneficiarios de esos créditos los estaban pagando religiosamente.
Cuando salta todo por los aires nos dijeron que vivíamos por encima de nuestras posibilidades y poco menos que la culpa de este desastre económico era de los españolitos de a pié. Mientras que la banca no devuelve “ su línea de crédito” pretenden los palmero que se han quedado sin sus casas y sin el terreno en las que estaban asentadas si tienen que seguir pagando sus créditos. La banca apura y sigue presionando porque al final sabe que el gobierno de turno se hará responsable como mínimo de una buena para de esa deuda. A todas estas, las cifras de los beneficios económicos bancarios de estos últimos año son escandalosas y de vergüenza. Paga lo que debes dice la canción.
El resultado es que la banca tapó sus escandalosos agujeros económicos, pero no solo eso, aprovechó para despedir miles de empleados y cerrar cientos y cientos de oficinas en toda España. El servicio al cliente quedó en un mero recuerdo y hoy por hoy brilla por su ausencia. Si usted acude a cualquier sucursal bancaria hoy en día tiene que hacerlo en un determinado y abusivo horario o tiene la obligación de pedir cita previa. Las oficinas están con falta de cajas operativas pero con exceso de asesores que solo están para ofrecerles seguros, planes de pensiones, etcétera. El resto de operaciones se deben realizar vía on-line o a través de los cajeros automáticos que por cierto no han tenido la deferencia de ampliar su número ya que no hay personal para atendernos en el interior si es que nos dejan entrar.
Me entristece pensar que esta pandemia del Covid-19 les ha venido como anillo al dedo pero el caso es que las entidades bancarias se han atrincherado en sus oficinas y no hay indicios de que quieran volver a la normalidad mientras que el resto de empresas privadas ya lo han hecho. Bancos y servicios públicos como sanidad, SEPE (oficina del paro), Hacienda, etcétera, son los únicos que mantiene esta aptitud. ?Por qué?
Las colas delante de los cajeros de los bancos son vergonzosas me indigna ver a personas mayores desorientadas que tienen que pagar recibos de agua o de luz en cajeros que no entienden y cuyo lector óptico de facturas falla más que una escopeta de feria.
En esas colas recojo algunas protestas/anécdotas que me sorprenden bastantes. Hay bancos que no te dejan entrar para hacer un ingreso en efectivo a un proveedor porque hay que ir martes o jueves de 10 a 12 (Sabadell). En otras que no te dan cambio de billetes grandes (Bankia). Una señora se le rompió un billete y no se lo recogieron y la hicieron ir al Banco de España para cambiarlo (Bilbao-Vizcaya). Olvídese de guardar usted o sus hijos esos euros o céntimos en una hucha porque ya no se los recogen, tiene que organizarlos en paquetitos entregarlos y ellos los envían al Banco de España y ya le llamaran (Santander).
¿Cuándo pasamos de ser aquellos clientes a los que se les atendía, se nos ayudaba o se nos informaban con exquisita profesionalidad? ¿Cuándo pasamos a ser simples usuarios? No lo sé, pero la aptitud que esta demostrando todas y digo todas las entidades bancarias es, no solo abusiva sino despótica y prepotente. De vergüenza.
Fernando Ortega es periodista.