Juego de Tronos, del ‘Matarreyes’ al ‘Matarreinas’
Juego de Tronos 8. Si este final no es una promesa de “Continuará”, es que “Winter is gone” y nada de lo que nos había hecho creer sobre la noche, era cierto.
Juego de Tronos empezó allá por 2011 con un ‘Matarreyes’ pero ocho años más tarde, ha terminado con un ‘Matarreinas’.
Claro que, quién nos hubiera dicho que se trataría de nuestro ‘resucitado’ más querido por su nobleza, el bastardo que no lo era, Jon Nieve. Y su reina convertida en víctima, nuestra querida Khaleesi.
Lo único bueno que se ha sacado de ello es que, como dijo el sabio Tyrion: “Desde hoy, los reyes ya no nacerán, serán elegidos”.
Después de esta ‘sobredosis de democracia’, y coincidiendo con período electoral en la vieja Europa, ya sólo nos quedaría un paso más hacia la República.
Bran ‘el Tullido’, primero de su nombre, Rey de los Ándalos y de los Primeros hombres, es proclamado Rey de los Seis Reinos. Pierde uno pero, a cambio, no tuvo que sentarse en el Trono de Hierro, porque Droghon, el dragón favorito de nuestra ‘Madre de Dragones’, lo fulminó.
Fue quizá la escena más metafórica y justiciera del último capítulo de la temporada 8 (y final de la serie más aclamada de todos los tiempos, sostiene HBO), pero no la más dramática…
Menos mal que está claro que Bran Stark no iba a sentarse en una silla distinta a aquella con la que se desplaza y que, además, como ‘Cuervo de Tres Ojos’, no le hacía falta.
Queda claro que los guionistas de Juego de Tronos están en todo… A ver si no, por qué iban a destruir la famosa Silla de Hierro forjada con las espadas de los enemigos vencidos.
Es más interesante la silla de Bran, que desafió y venció a su terrible destino cuando fue lanzado por el mayor de los Lannister desde una torre.
Pero volvamos a la escena más dramática. Esa fue, sin duda, la vivida por Jon Nieve y Daenerys Targaryen, donde ella es definitivamente traicionada por su amante. Claro que ‘Dany’ había traicionado a toda la humanidad.
No sólo a los Siete Reinos, sino también a los millones de seguidores de Juego de Tronos en todo el mundo. Por no hablar de todas las niñas que llevan el nombre de Daenerys sobre la faz de la tierra (y los padres que cometieron el error de llamarlas así, ¿o quizá no?).
No es de extrañar lo que cuentan de que, cuando Emilia Clarke supo cuál era el destino final de su personaje, vagó sin rumbo por las calles de Londres durante tres horas.
¡Pobrecilla! Después de haber pronunciado una de las mejores arengas que se han escuchado jamás en la pequeña pantalla, salvo la de Kirk Douglas cuando proyectan la mítica ‘Espartaco’ (casi siempre por Semana Santa)… Ante los primitivos Dothrakis hasta lograr que la siguieran.
De haberse proclamado ‘Rompedora de Cadenas’ ante las interminables legiones de ‘Inmaculados’ a los que liberó de sus amos, en las tierras más cálidas del sur.
Y de ser incluso ‘The Only One’ para Dolce & Gabbana, cuyo aroma lleva dos Navidades consecutivas reinando sobre los Cielos, como si fuera a lomos de su dragón…
Muere por una traicionera daga que le clava su verdadero amor en el pecho, justo en el momento en que se están besando, y tras prometerle que será siempre su reina… ¡Qué Judas! Muy bíblico todo, ¿no?
Lo cierto es que hemos tenido que esperar horas para asimilarlo y poder escribirlo, con la esperanza de ver si se daba aquello de… “Y al tercer día, resucitó”.

Tyrion Lannister fue clave en el desenlace final de juego de Tronos, como no podía ser de otra manera.
Con la vana esperanza de que quizá HBO hubiera previsto un final alternativo, una segunda opción… No digo yo uno acorde al autor, George R. R. Martin (por cierto, qué opinará el artífice de la ‘Canción de hielo y Fuego’).
Ni otro dependiente de un tele-voto global como en Eurovisión. Pero de todos es sabido que las productoras americanas son muy dadas a hacer preestrenos con la finalidad de tantear las reacciones del gran público, por si hay que reescribir el final para lograr el éxito.
Y ya sabemos que en HBO son capaces de todo… Hasta de dejar un vaso de una conocida franquicia de café, para así dar que hablar de ello en las redes de todo el mundo.
(¡¿De verdad, creíste que fue un descuido?, más vale que empieces a beber descafeinado entonces!)
Especulaciones aparte… Sí, lo confesamos, aún estamos digiriendo la muerte de nuestra querida Khaleesi. Necesaria, por otra parte, lo sabemos. Se había vuelto una tirana aún mayor y más pérfida que ‘la mala entre las malas’, o sea, Cersei (confirmada su muerte, bajo los escombros).
Irreconocible, logró incluso arrancar las lágrimas de la impenetrable Arya con su masacre de Desembarco del Rey. Impasible, iba dictar la sentencia de muerte por traición de su Mano, Tyrion Lannister (Y ya sabemos que ‘un Lannister siempre paga sus deudas’).
Con el tiempo, seguramente, vendría la del propio Jon Nieve, si no era capaz de someter a sus hermanas Stark, Sansa y Arya…Porque ya lo dijimos en el capítulo anterior, el miedo no da la lealtad. Y el Caos daría paso a más caos.

John Nieve, héroe sacrificado en beneficio de todos hasta el final en Juego de Tronos, siempre. (Fotografía HBO).
Sin embargo, Juego de Tronos 8, en sólo dos episodios, pasó del Caos al necesario y pendular equilibrio. Muy mitológica y místicamente resuelto. Democracia griega pura y dura, desarrollada al aire libre del ‘ágora’ y sin máscara a la hora de hablar.
Moraleja y votación. Aristotélico, desde luego. Nos gusta, y mucho (aún cuando queden algunos cabos sueltos y personajes no resueltos). Sobre todo, insistimos, en lo dicho por Tyrion.
“Desde hoy, los reyes ya no nacerán, serán elegidos”. Acaso nos haga falta dragones también a nosotros…
El pasado es la base necesaria e imprescindible del futuro. Y Juego de Tronos ha sido, por encima de todo, una buena historia, así que por qué no primar al valedor de todas ellas… Bran Stark (Memoria de cuanto ha acontecido, narrado o no)..
¡Y por votación, es perfecto! Además, ¿somos los únicos que vemos claramente un final abierto al “Continuará”? El propio Tyrion se lo dice a Jon Nieve cuando le comunica su sentencia: “Seguro que volveremos a vernos”. (“Unos años como Mano del Rey hace que te den ganas de mear desde el borde del mundo“.

Hermanas Stark siempre fueron diferentes. Arya, no aspiró a princesa, tuvo que sobrevivir luchando con la espada.
Después de todo, los Stark han acabado donde querían estar, cada uno de ellos. Sansa, proclamada como Reina en el Norte y todos jurándoles un futuro a su servicio.
Jon Nieve, que nunca deseó reinar, como Guardia de la Noche en el verdadero Norte más allá del Muro, marchando con los Salvajes junto a los que forjó la leyenda de su nombre (Y acompañado de su lobo huargo ‘fantasma’).
Y nuestra ‘heroína forever’, Arya, siempre fiel a su lista, buscando nuevos horizontes que se salen de los mapas, al Oeste de Poniente, y sin querer echar la vista atrás después de tanta sangre.
Si este final no es una promesa de “Continuará”, es que “Winter is gone” y nada de lo que nos habían hecho creer sobre la noche, era cierto.