Iglesia de doble lenguaje. ¿Eutanasia o subvenciones?
La mayor parte de los sectores de la administración eclesiástica española, ha reaccionado con virulencia a la aprobación por amplia mayoría de la Ley de la Eutanasia.
A pesar de que hubo 198 papeletas a favor en la Cámara soberana de los españoles, las diócesis organizaron vigilias de oración y ayuno en defensa de la vida ante la nueva regulación.
Están legitimadas para oponerse, pero los feligreses también cuentan con derechos, como ser informados con detalle sobre el volumen de subvenciones millonarias que las diócesis reciben cada año del sector público.
Por ejemplo, Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, votó a favor de la Ley de Eutanasia, igual que los diputados canarios de Podemos y del PSOE.
Los 3 partidos (NC, PSOE y Podemos) forman el gobierno insular del Cabildo de Gran Canaria que acaba de hacer público el listado de subvenciones para 2021.
Una vez que se consignen en el presupuesto, la Diócesis de Las Palmas y todas las organizaciones que tutela (Cáritas, Ecca, Centro Teológico, cofradías, templos, monasterios o centros de orientación familiar), recibirán del Cabildo 2,3 millones de euros, una cantidad nada despreciable para los tiempos que corren.
Los Evangelios recuerdan que el camino recto no es una opción, sino un compromiso. Blandir una espada para criticar a los diputados que votaron la Ley y poner, a la vez, la otra mano para recibir un fajo de billetes de esos mismos partidos, se aleja de aquel principio que propuso el Papa Francisco en su ministerio petrino: “Una iglesia pobre para los pobres“.