Greenspan nos hace temblar por la burbuja de la deuda
"Estamos experimentando una burbuja, no en los precios de la renta variable sino en los precios de los bonos. Esto no está descontado por el mercado"
Alan Greenspan hace temblar a los bancos centrales europeos al avisar que el mundo está siendo testigo de una nueva burbuja, esta vez en el mercado de bonos.
Solo España arrastra una deuda pública superior al billón de euros, más que el conjunto de la riqueza de todo el país (PIB).
El presidente de la Reserva Federal considera que aquellos que están preocupados por los excesos en las valuaciones de la renta variable están equivocados. En una entrevista con Bloomberg TV, insistió en que su preocupación se concentra en estos momentos en el mercado de bonos, donde existe una verdadera burbuja cuyo estallido lastrará a una amplia variedad de activos.
“Bajo cualquier medida, las tasas de interés reales a largo plazo son demasiado bajas y por lo tanto insostenibles“, señala el capitán del banco central estadounidense entre 1987 y comienzos de 2006, quien explicó que cuando los tipos comiencen a subir, “lo harán razonablemente rápido. Estamos experimentando una burbuja, no en los precios de la renta variable sino en los precios de los bonos. Esto no está descontado por el mercado“.
Hace prácticamente 21 años que Greenspan acuñó su famosa expresión (exuberancia irracional) para explicar qué pasaba en la economía.
Ahora, con 91 años, recupera aquel discurso de diciembre de 1996, cuando el índice S&P 500 había subido casi un 21% en el año. Tres años después, la burbuja de las puntocom explotó provocando caídas del 34% en el Dow Jones, del 47% en el S&P 500 y del 77% en el Nasdaq.
Ahora los inversores miran con miedo a los tres grandes índices de Wall Street, entre los que se ha convertido en costumbre batir jornada a jornada los máximos anuales (ya alcanzó los 22.000 cuando en noviembre, con el triunfo de Trump estaba en 18.000).
Sin embargo, para Greenspan el problema no está en el precio de las acciones, sino en el de la deuda. “Bajo cualquier prisma, los tipos de interés reales a largo plazo están excesivamente bajos y, por lo tanto, son insostenibles. Cuando suban lo harán es probable que lo hagan rápidamente. Estamos viviendo una burbuja, no en las Bolsas sino en el precio de los bonos”.
Para Greenspan, la economía estadounidense se está moviendo hacia una nueva fase: “Vamos hacia una estanflación desconocida desde los años 70. Es algo muy negativo para el precio de los activos“.
Si la inflación termina por repuntar con fuerza, pero sin crecimiento económico, los precios de los bonos podrían desplomarse. “Se trata de un regreso a la época de Jimmy Carter en la Casa Blanca y de Paul Volcker al frente de la Fed. Un periodo en el que los tipos de interés en Estados Unidos se elevaron hasta el 20% y en el que el comportamiento de los activos, tanto Bolsa como deuda, fue realmente malo“.
Greenspan augura de esta forma el fin de más de 30 años de mercado alcista para los bonos, el fin a una tendencia que provocaría una fuerte sacudida en los mercados capaz de hacer temblar los cimientos tanto de la renta fija como de la renta variable.