‘Gambito de Dama’, empoderamiento femenino y ajedrez
Netflix arrasa en 62 millones de hogares con una miniserie de 7 episodios que protagoniza una gran maestra del tablero en plena Guerra Fría entre Occidente y el bloque soviético
Gambito de dama, fresco ejercicio de empoderamiento femenino que da en el blanco. Toda una reivindicación que de manera certera, y sin ser ése su objetivo, se sale del cine con propósito feminista al uso.
Gambito de dama es Anya Taylor-Joy desde el primer minuto de esta exitosa serie de Netflix, por más que Isla Johnston, que encarna a Beth Harmon con 9 años, nos robe la atención y despierte la curiosidad con su sola mirada.
Son las féminas, con su fuerza interpretativa y el calado de sus personajes, y el ajedrez, por supuesto, los responsables de que esta serie se haya vuelto adictiva para todos.
La recreación de los torneos de ajedrez, en particular, el mundial frente a la entonces Unión Soviética con la Guerra Fría como telón de fondo, al tiempo que el retrato de lo que se esperaba de una mujer de los años 50, es sobresaliente. (La retina no podrá sustraerse a la fuerza de la fotografía y el maravilloso vestuario).
Y las luces y sombras que acompañan a la joven protagonista, una niña prodigio que ingresa en una residencia para señoritas tras quedarse huérfana de manera trágica.
Allí caerá en la adicción de unas ‘súper vitaminas’ al tiempo que en la seducción de la magia matemática del ajedrez, siendo el discreto bedel quien la enseñe a jugar y guíe de este modo el rumbo que tomará su brillante destino.
A pesar de que el personaje de Beth Harmon es ficticio, las figuras de los grandes maestros que se mencionan son verídicas, lo cual satisface especialmente a los seguidores de este maravilloso juego/deporte.
No en vano, el mismísimo Kasparov ha asesorado a los creadores de esta miniserie de siete episodios para la reproducción fidedigna de las partidas. Así oímos hablar de Alekhine, Capablanca o Botvinnik.
‘Gambito de dama’ es una apertura de ajedrez para quien juega con las blancas, en la que el blanco ofrece al negro un sacrificio de peón (el de la dama), en la segunda jugada. En realidad, es una zancadilla, por decirlo de alguna manera, porque se sacrifica un peón en espera de recuperar una próxima jugada por el control del centro del tablero.
Pero eso era hasta este momento, sólo para el ajedrez… Desde ahora, ‘gambito de dama’ es pelirroja y tiene las 64 casillas de un tablero de ajedrez en su cabeza y en la audiencia de todos los abonados de Netflix.
Convertida en la serie de más audiencia de la plataforma, esto sí que es ‘jaque mate’.
[‘Gambito de Dama‘ ha sido número 1 en 63 países, y ha permanecido en el top 10 de 92 estados. Según Netflix, 62 millones de hogares la visualizaron durante 28 días].