Francia vota por la identidad en tiempos de guerra
Aunque el centrista lleva la ventaja sobre sus 11 contrincantes, la ultraderechista Marine Le Pen, acorta distancia para gobernar en El Elíseo
Francia se despierta en medio de un debate sobre la identidad en tiempos de guerra tras la invasión de Ucrania. En medio del riesgo de una fuerte abstención, la sociedad francesa deberá decantarse por la continuidad del programa económico de Macron, con grandes inversiones públicos, o el populismo de la ultraderechista Le Pen, partidaria de una defensa a ultranza de los valores internos de la nación.
Em medio de la disyuntiva ideológica, el actual presidente,, Emmanuel Macron, es el favorito a ganar la primera vuelta de las presidenciales del país galo, este domingo, en el que están llamados a las urnas casi 50 millones de franceses.
Aunque el centrista lleva la ventaja sobre sus 11 contrincantes, la ultraderechista Marine Le Pen, parece estar en alza en los últimos días, al igual que ocurrió en los comicios de 2017.
La encuesta difundida por France 24, prevé un reñido resultado, donde las intenciones de voto señalan que el presidente y candidato a la reelección obtendría el 27% de los votos en primera vuelta frente a los 23,5% de Marine Le Pen. Unos resultados que auparían a los dos a una segunda vuelta a cara de perro.
En caso de que los dos candidatos pasen a la segunda vuelta, se replicarán las elecciones de 2017, en las que el actual gobernante obtuvo el 66,1% de los votos frente a los 33,9% recogidos por la líder de extrema derecha.
Entre los frentes de desgaste de Macron figura el caso McKinsey, llamado así por una empresa consultora estadounidense contratada para asesorar al Gobierno francés en su campaña de vacunación de Covid-19 y otras políticas de dudosa legalidad que está en manos de la Justicia.
Un nuevo informe del Senado francés cuestionó el uso de consultores privados por parte del gobierno y acusa a McKinsey de evasión fiscal. Algo que ha servido a los aspirantes como dardo principal contra el actual mandatario.
Por otra parte, Le Pen ha sabido suavizar su retórica e imagen, lo que le ha permitido captar el voto anti-Macron, así como el apoyo de la extrema derecha, que aportaba a otros dos candidatos.
De un modo u otro, todo apunta a que ambos líderes medirán las fuerzas el día 24 de abril sin que el resto de aspirantes (sobre todo, la izquierda) cuente con la más mínima opción.