Fallece Botero, el pintor de la protesta social
Se va a los 91 años de edad, un artista comprometido que supo llegar a la sociedad y al mundo entero a través de su realismo, y que dejó testimonio de su país, Colombia
Botero fallece a los 91 años y Medellín decreta siete días de luto por su partida. Pero deja tras de sí tanto, que su muerte se llora en todo el mundo. Inclusivo por definición, ahora que tanto nos servimos de este término, pasó por las salas de exposición del Cicca de la capital grancanaria hace ahora 15 años.
Fueron 70 obras del artista colombiano, en las que reflejaba con ‘Una mirada diferente’ la violencia de su país natal, Colombia, en cuyo proceso de paz se implicó siempre con su apoyo incondicional.
El reconocido pintor y escultor abogó siempre por el arte como un espacio propio de protesta social contra la lacra de la violencia que sufre uno de los países más fructíferos de Latinoamérica.
Castigados por las sospechas de corrupción gubernamental y por la guerrilla, amén de la explotación de sustancias estupefacientes, los colombianos llevan décadas de sufrimiento que les ha mermado físicamente pero que, en su pálpito emocional, mantienen un espíritu vitalista subliminal como el que siempre ofreció el excepcional Fernando Botero.
Su peculiar estilo de retratar personas gruesas pronto dio la vuelta al planeta cuando aún no se abogaba por la inclusión social en tantos ámbitos de la vida.
En el caso de aquella muestra que pasó por el Archipiélago, optó por madres que lloraban por sus hijos muertos, personas vilmente asesinadas o torturadas de mil formas distintas.
Los cuadros, algunos de ellos en carboncillo y otros al óleo, impresionaron al espectador, sobre todo, aquellos en que la trayectoria de las balas se expresaba mediante la repetición de éstas antes de llegar a la persona. El orificio del impacto en ella y su posterior continuación en el espacio.
Así, si bien se evocaban las casas, los pueblos, los paisajes o los personajes y costumbres de un ‘mundo amable’, se mostraba también esa otra cara terrible d ella realidad.
Se va un artista comprometido que supo llegar a la sociedad y al mundo entero a través de su realismo, y que dejó testimonio de su país, Colombia. Aquel que en más de una ocasión dijera: “No se puede vivir de espaldas a un pueblo”. Y tampoco sin él, DEP.