Especulación masiva en el alimento para ganado en Canarias
Paja y alfalfa consume en 5 meses todo el aprovisionamiento previsto para 2018. El Gobierno se lava las manos como Pilatos y prefiere no intervenir en el mercado. Menos de 5 empresas se reparten el bocado
Especulación masiva en el alimento para ganado en Canarias que subvenciona la Unión Europea.
Paja y alfalfa, 2 productos básicos para la fabricación de pienso para aninales, consumen en 5 meses todo el aprovisionamiento previsto para 2018.
El Gobierno regional se lava las manos como Pilatos y prefiere no intervenir en el mercado amparándose en principios de libertad económica y comercial.
Las consejerías de Agricultura y de Economía descartan abrir una investigación para esclarecer posibles acaparamientos y supuestos de oligopolio que influyan en el precio final del consumidor.
Europa inyecta en Canarias unos 65 millones de euros cada año en ayudas a alimentos básicos. El programa es conocido como Régimen Específico de Abastecimiento (REA) y está incluido en el programa Posei, que regula las transacciones agrarias a las Islas.
Menos de 5 empresas se reparten el bocado de las ayudas comunitarias destinadas a paliar los precios de la cesta de la compra con incentivos al ganado, tanto para vacas o cabras lecheras como a la cabaña de engorde.
En total, esas 5 empresas se reparten entre 15 y 20 millones de euros al año.
El grupo Podemos lleva algunas semanas recabando información para iniciar un procedimiento parlamentario que obligue a “transparentar” los balances del REA.
Sin que se hayan registrado precedentes en los 27 años del Régimen de Alimentos, el balance de la paja, la alfalfa y el maíz no se había agotado en menos de 5 meses.
Según el listado publicado por el Gobierno el lunes 28 de mayo, de las 33.000 toneladas que asigna Europa para todo el año, los operadores isleños ya habían almacenado el 94%, lo que equivale a 31.000 toneladas que ya están disponibles en el mercado.
La alfalfa ha seguido el mismo rastro, con 50.000 toneladas acaparadas frente las 53.000 toneladas previstas para 2018.
El maiz corre igual suerte: 135.000 toneladas están ya en manos de unos pocos intermediarios.
La cadena de negocio obliga ahora a los ganaderos y granjeros a acudir a unos pocos ofertantes cada vez que quieran alimentar a sus animales.
Pienso, alfalfa y maíz constituyen el grueso de la dieta del ganado, ya sea por vía directa (maiz para gallinas, por ejemplo) o por la fabricación de piensos.
El Gobierno regional se ha posicionado, en determinados momentos, cuando la mantequilla o el azúcar ha sufrido oscilaciones entre la demanda y la oferta, a base de controles con cupos.
Los expertos consultados por Espiral21 creen que “el caso de la comida para animales merece una investigación de oficio que explique lo que está pasando“.
Una vez que se agote el balance, los ganaderos corren el riesgo de sufrir incrementos de precio en la adquisición del alimento para animales.
Cualquier incidencia en los precios repercutirá en la cesta de la compra de los ciudadanos en todos los derivados lácteos, huevos y carne.
El Gobierno regional ha tratado sin éxito de regular las compras. La patronal de los industriales, Asinca, tampoco ha tenido suerte y reitera el llamamiento a las firmas especializadas en piensos para que renuncien a estas prácticas comerciales.
Fuentes empresariales de la actividad de pienso aclaran que las compras masivas de alfalfa y paja cumplen con la legalidad vigente y depositan en la Administración cualquier aclaración.
En Canarias, el consumo lácteo asciende a 45.000 toneladas anuales.
Gran Canaria, por ejemplo, es la isla con más cabezas de vacas, alrededor de 10.000.
La mayor parte de la leche fresca se destina a la producción de quesos en plantas como Maxorata, uno de los líderes de Canarias que, hasta ahora mantenía fuertes lazos comerciales con Mercadona.
Más del 50% del presupuesto de una granja ganadera se destina en exclusiva a la compra de forraje.