Emalsa mueve ficha en el accionista francés ante los tanteos de venta
Los CEOs Pierre Pans y María Fernández Couto se incorporan al consejo que preside Augusto Hidalgo. BNP Paribas mantiene los 4 sillones, junto a Sacyr (4), Ayuntamiento (4) y trabajadores (2)
Emalsa mueve ficha en el accionista francés ante los tanteos de venta del 33% del capital.
Emalsa acaba de conocer 2 cambios en el consejo de administración dentro del bloque que representa el capital galo a través de Saur.
Saur es propiedad del Banco Nacional de París (BNP), que lleva más de un año sondeando el mercado para colocar su filial de aguas.
Saur comunicó al consejo de Emalsa la sustitución de Arnaud Le Bellec y Fernando Medina por Pierre Pans y María Fernández Couto.
Saur mantiene así los 4 sillones a los que tiene derecho en el órgano de gobierno de Emalsa que preside el alcalde, Augusto Hidalgo.
El Ayuntamiento posee el 33,3% y el capital privado (Sacyr y Saur), el 66,6%.
Emalsa cuenta con un consejo de 14 miembros: 4 corresponden al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, 2 a los trabajadores, 4 a Saur y otros 4 a la constructora Sacyr, que ha dividido la representación en 2 ejecutivos de la compañía y otros 2 de su filial de aguas, Valoriza.

Emalsa consejo de administración. Deben excluirse, por cese, Arnaud Le Bellec y Fernando Medina. (Fuente Ayuntamiento de LPGC).
Saur optó por 2 ex CEOs de la casa: Pierre Pans trabajó en financiero y María Fernández Couto ejerció como directora general.
Saur era propiedad de la multinacional francesa Bouygues hasta que vendió a BNP y Axa por 2.600 millones de euros.
La aseguradora (Axa) desinvirtió en favor de BNP y ahora el banco galo sondea su venta (el grupo entero) pese al riesgo de sufrir posibles minusvalías superiores al 50%.
El mercado ha observado la posibilidad de que Bouygues estime la operación, ante el final del periodo de carencia, que concluye el 1 de enero de 2019.
El Espejo Canario Radio, de Francisco Chavanel, reveló este miércoles que Emalsa se encuentra “al borde del colapso“.
Según el programa, la compañía afronta “riesgos” en la cadena integral del agua en suministro, calidad y redes como consecuencia de la “desidia” institucional que se magnifica con la deuda por 27 millones de euros que mantiene el Ayuntamiento LPGC con Emalsa.
El Espejo Canario deja entrever, como hipótesis, la posibilidad de que una quiebra contable de Emalsa provoque un rescate de la concesión y un nuevo concurso, al que se presentaría su eterno rival: Canaragua.
Canaragua pertenece a Aguas de Barcelona y en su capital participa un socio estratégico, el grupo japonés Itochu, y el inversor canario Enrique Martinón.
Aguas de Barcelona, a su vez, pertenece a Engie (otro grupo francés que antes se llamaba Suez) y a Criteria, de CaixaBank.
El CEO de Canaragua es José González.
Canaragua y Agbar respaldan en Canarias una fundación llamada Acuorum, a la que pertenecen como patronos, entre otros, el viceconsejero de Industria del Gobierno canario, Gonzalo Piernavieja, o el abogado Cristóbal Martel.