Diez años de la muerte de Adán Martín, por Daniel Cerdán
Diez años de la muerte de Adán Martín. Sigo festejando su presencia entre nosotros como hace una década.
Si algo fue Adán y no dejará de ser nunca es simiente, semilla, germen.
Fue también un recolector paciente de las ideas de todos, a los que echaba la red de sus preguntas, mucho antes de tratar de imponerles sus propias ideas. Ordenaba luego todas como un laborioso y artesano puzzle a cualquier hora. Y las devolvía como proyectos asumibles para todos.
Sintetizó así los códigos genéticos más hermosos de Canarias para devolverlos en nuevos frutos.
Ese fue uno de sus métodos preferidos. Fácil en apariencia, pero solo posible con una ingeniería fina, una paciencia estoica, una empatía siempre abierta y la generosidad final, siempre la generosidad, como la salsa de todos sus guisos.
Una semilla grande, poderosa. Por eso sus amigos, su familia, sus compañeros , queremos regar su recuerdo siempre, activarlo por él. No con grandes avenidas, sino gota a gota. No anegando su figura con tan grandes como olvidadizas celebraciones, sino manteniendo fresca esa semilla, que abrió y abrirá posibilidades todavía inexploradas.
Daniel Cerdán es comisionado de Transparencia y Acceso a la Información Pública de Canarias.