Diaguilev, ¿qué habría sido de la danza sin él?
Diaguilev. Serge Diaguilev, creador de los Ballets Rusos. ¿Cómo sería la danza hoy si Sergéi Diáguilev no hubiera nacido hace 145 años?… Estaríamos mirándonos las caras buscando aún el paso.
Fue protagonista de uno de los episodios artísticos más apasionantes del siglo XX, que catapultó a algunas de las personalidades más perturbadoras de la danza, como el propio Diaghilev o Nijinsky, por supuesto. (Su amante).
Ambos fueron los verdaderos pioneros e inventores de la modernidad en el movimiento. Los Ballets Rusos supieron ir más allá de las convenciones preestablecidas. Para crear otras nuevas, quizá.
Pero nada sería lo mismo hoy. Ni para Wayne McGregor ni para Sidi Larbi Cherkaoui, o incluso Israel Galván. La compañía desempeñó un verdadero papel de núcleo experimental para la creación.
Coincidieron en el tiempo un grupo reducido de artistas, que colaboraron estrechamente reunidos ante el compromiso de elevar el ballet a la categoría de arte.
Y lo lograron. Lo dotaron de una identidad artística moderna. Así, nombres como Picasso o Matisse brindaron la visión de las artes plásticas, trabajando junto a compositores, coreógrafos y bailarines.
Pero claro, era París. Ya sabíamos que Francia era otro mundo (y sigue siendo así). Aquél que no sueña…hace ya tiempo que dejó de estar vivo. “¡Pidamos lo imposible!”. Era una de las pintadas en París de aquel mayo del 68, heredero de todo lo anterior…
¡Pidamos lo imposible!, coreada luego a voces por los estudiantes en sus calles tomadas y agolpados tras las barricadas hechas de ‘pavés’. Y bajo ‘les pavés’, arena de la playa. Esas otras playas de París, llenas de tanto, aunque no huelan a salitre.
¿Cómo no iba a ser en la ciudad del Sena donde Diaghilev creara los Ballets Rusos? ¿Y cómo no iba a ser alguien venido de Rusia, formado en la Universidad de San Petersburgo quien lo lograra?
Revolucionar el arte de la danza en aquel momento no era fácil. Nada lo es en lo concerniente a la cultura. París y su ópera se convirtió así en heredera por derecho de los Ballets Rusos.
Incluso el premio más importante de la danza en Francia (el ‘Benois’), lleva el nombre de Alexandre Benois, figura relevante de la historia de la danza, y uno de los que alentaron las famosas “Russian Seasons” organizadas en París por S. Diaghilev a comienzos del Siglo XX.
Visionario y provocador, fue responsable del mayor de los escándalos con el estreno de ‘La consagración de la primavera’. Recibió una enorme pitada, el azote de la crítica y la maldición de no volver a representarse hasta 74 años más tarde (en1987).
Revolucionario por instinto, apostó por una puesta en escena anti-académica que se adelantó a los tiempos. Sin ser ni bailarín ni coreógrafo, sólo como empresario, cambió el rumbo de la historia de la danza clásica desde el mecenazgo.
Los primeros pantalones para los bailarines masculinos en ‘Schérézade’ (unos bombachos creados por el diseñador Léon Bakst, en vez de tutús), había sido el comienzo. Apasionado de la vida como del arte, no es extraño que muriera en una ciudad como Venecia (1929). ¡Qué preludio!
Por todo ello, Google le dedica un ‘doodle‘ en conmemoración del 145 aniversario de su nacimiento. ¿Sólo? ¿Y el Mundo? Y…¿la Danza?
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