Defensa sitúa en Lanzarote la base de drones para proteger Canarias
El Ejército del Aire, a través del Escuadrón 233, será el encargado de operar las 4 unidades de drones 'Predator B' por enlace satelital desde Badajoz. Vigilará áreas africanas desde El Sahel al Golfo de Guinea
Defensa sitúa en Lanzarote la base de drones la base de drones Predator B, con el fin de asegurar Canarias ante eventuales conflictos bélicos en El Sahel del Oeste africano, convertido en un nido de terroristas a cargo de Al Qaeda del Magreb Islámico.
El Ejército del Aire, a través del Escuadrón 233, será el encargado de operar las 4 unidades de drones Predator B adquiridas por el Gobierno español.
La gestión de los drones se llevará a cabo por enlace satelital desde la base de Talavera La Real, en Badajoz.
El Ejército del Aire dispone de sendas bases aéreas en Gando (Gran Canaria) y Lanzarote. Defensa ha invertido en torno a medio millón de euros en las instalaciones conejeras, que estarán en pleno rendimiento a finales de 2021.
El aeródromo de Lanzarote dispone de sistemas de NR5, que permiten garantizar misiones de tipología ISR (Inteligencia, Seguridad y Reconocimiento) en maniobras y operaciones tácticas y estratégicas.
La autonomía de los drones Predator B permiten acciones de vigilancia y prevención desde los países limítrofes a Mauritania y Senegal (Mali, Níger o Burkina Fasso) hasta el Golfo de Guinea, una de las zonas africanas indispensables para España a la hora de proveerse de combustibles en Angola, Nigeria, Gabón o Guinea Ecuatorial.
Cada dron abriga un coste superior a los 9 millones de euros y aunque el Gobierno lo compró desarmado, puede cargar misiles en cualquier momento.
El fuselaje mide 11 metros y la envergadura (ancho) alcanza los 2o metros. Pesa 2,2 tonelaas y vuela a 445 kilómetros por hora. Empezó a volar en 2001 y es de fabricación americana, a cargo de la compañía General Atomics Aeronautical Systems.
Los Predator B pertenecen a la familia de los Rpas (vehículos aéreos no tripulados), con capacidad para operar durante más de 24 horas seguidas y transmitir información en tiempo real.
Las Fuerzas Armadas españolas disponen de otros Rpas (Raven o Wasp), pero los que hace diferente a estos aviones-drones , es su capacidad para operar vía satélite, y pueden ser utilizados en apoyo a misiones como el seguimiento estratégico en las áreas de interés de inteligencia, vigilancia y seguridad marítima y defensa, así como operaciones aéreas.

Margarita Robles, ministra de Defensa, en el centro, en su visita a la base aérea de Badajoz, en junio de 2021, junto a los drones Predator B. (Foto Ministerio de Defensa).
La ministra de Defensa, Margarita Robles (PSOE), visitó las primeras unidades en el mes de junio, en un encuentro con el Ejército del Aire en Badajoz.
Los drones Predator B prevén la observación de situaciones como crisis humanitarias, vigilancia y control de fronteras, prevención de incendios y lucha contra el terrorismo y el crimen organizado.
Las últimas unidades incorporadas al Ala 23 del Ejército, han sido los cuatro MQ-9 Predator B, dos veces más rápidos que su predecesor, el Predator. Además, se han levantado tres estaciones de control terrestre y equipos asociados para las misiones que se asignen a estos drones, que tienen su base principal en Talavera la Real pero pueden operar también desde otros aeródromos.