Coronavirus una crisis mayor que el Brexit
La Organización Mundial de la Salud (OMS) abre de par en par a la comunidad internacional para que apliquen todas las medidas de emergencia que estén a su alcance y, sobre todo, para que traten con sensibilidad aquellas zonas más deprimidas del planeta, como Oriente Medio o África.
La OMS, una institución con partidarios y detractores por su alta dosis de burocracia, está llamada a liderar una crisis epidemiológica en la que no caben medias tintas y, mucho menos, interpretaciones partidistas o políticas de acoso y derribo al rival.
Están en juego decenas de miles de vidas dada la velocidad de propagación y el alto riesgo del coronavirus.
El bloque de la OCDE, al que pertenece España, tendrá que predicar con el ejemplo y vaciar las despensas de la geoestrategia para dar entrada a contingencias de primer nivel, no solo para atender a los potenciales pacientes sino para transmitir un deseo de tranquilidad y apaciaguamiento que, de lo contrario, puede derivar en un crash histórico.
Los movimientos de pasajeros por vía aérea están restringidos y comunidades autónomas como Canarias, tan dependientes de variables exteriores, deberían crear un comité de seguimiento como herramienta de previsión institucional, evitando así la improvisación y el alarmismo.
La salud es el primer pilar del bienestar pero existe una delgada línea roja que separa el confort de la angustia cuando se observe que la economía mundial no está para muchos titubeos. El coronavirus exige ahora mismo mucho más que el Brexit, sobre todo, tras confirmarse el primer positivo de España en La Gomera.