Coronavirus: la culpa es de todos
Queremos explicaciones del por qué y cómo se han hecho las cosas, pero una vez vencido este maldito virus que se está llevando a nuestros seres queridos y, en especial, a los mejores, nuestros mayores
Como todos, llevo días escondiéndome del Coronovirus encerrado en casa y tratando de ocupar mi tiempo en distintas tareas que hace tiempo llevo posponiendo para un “cuando tenga tiempo lo hago”.
Bueno, pues ese tiempo ha llegado y estoy en ello pero, sin duda, lo que más tiempo me ocupa es intentar seguir el día a día de esta crisis sanitaria sin precedentes que azota nuestro país.
Pero lo más triste es ver como en lugar de reaccionar y luchar todos a una contra esta pandemia mundial, algunos se aprovechan
para señalar en una sola dirección en busca de culpables.
Ahora, a toro pasado, todos absolutamente, todos, saben lo que tendríamos que haber hecho. Desde el mes de enero nos llegaban noticias de la extensión de la epidemia en los países orientales especialmente en China, epicentro y origen de esta enfermedad.
También Japón, Corea y otros han sufrido y sufren esta infección que ya se pasea por el mundo entero pero la noticias nos sonaba como muy lejanas. Nos decíamos que el Coronavirus solo afectaba a esos países lejanos en los que su dieta incluye murciélagos y otros animales extraños para nosotros. Pero la vieja Europa está por encima de eso.
Somos la vanguardia del mundo civilizado, a nosotros no nos puede pasar, pero nos pasó. Llegó a Italia, España, Alemania, Francia, Holanda, y aunque algunos miraban para otro lado como el Reino Unido o los mismísimos Estados Unidos, el virus también les ha llegado y con la intención de quedarse.
Tenemos que agradecer el esfuerzo que están haciendo los sanitarios, los cuerpos de seguridad del estado, los bomberos, la UME, servicios de limpieza, personal de supermercados, farmacias, medios informativos y otros profesionales que se han convertido en los protagonista de la lucha contra esta pandemia.
Pero todo, claro, tiene un lado oscuro y, en este caso, lo oscuro está en las negras intenciones de los creadores de bulos falsos por Internet que mienten y se inventan, no sé con que malsano propósito, una serie de embustes que lleva a esos inocentes que buscan la verdad en las redes sociales a una ansiedad e inseguridad que no les ayuda en nada, más bien todo lo contrario.
El otro lado oscuro son los del “yo lo sabia”, “se reaccionó tarde”, “la culpa es de”, “tendríamos que hacer” etcétera. A todos esos que hacen análisis de forma subjetiva y no objetiva les diré que, a estas alturas de la crisis sanitaria más importante de este
siglo y del pasado, es fácil saber las decisiones que se deben tomar.
Desde finales de diciembre del pasado año ya teníamos conocimiento de la existencia del Coronavirus en la provincia de Wuhan (China), pero no creímos que llegara a España. De hecho, aunque el Gobierno aconsejó las primeras medidas restrictivas los españoles seguíamos yendo al fútbol, a la playa y reuniéndonos en terrazas de copas como si tal cosa; hasta los estudiantes ya sin clases, seguían saliendo de fiestas reuniéndose en parques y aparcamientos para sus botellones fiesteros.
En Barcelona se canceló la gran feria de las tecnología, el 8 de marzo tuvo lugar la manifestación por el día de la mujer y partidos
como Vox realizaban su congreso en Vista Alegre aunque ahora critiquen sin rubor al Gobierno por falta de previsión.
Después de los primeros casos, por fin el gobierno decretó el Estado de Alarma el 13 de Marzo. Hasta ese mismo día todos, absolutamente todos, vivíamos en el país de las maravillas si en lugar del 13 de Marzo se hubiese decretado el Estado de Alarma el 15 de enero por ejemplo, hubiéramos dicho “qué exageración”, “no hace falta” “los pocos casos detectados se pueden controlar por el mejor sistema sanitario del mundo”.
Digan lo que digan nadie estaba por la labor. Es cierto que las cosas no han salido como nos gustaría, que ha habido errores en las gestión en la compra y en la previsión de crecimiento de esta maldita pandemia que tantas vidas se está llevando por delante.
Pero no hay que olvidar que las competencias sanitarias hasta el 13 de Marzo estaba en manos de las autonomías y tampoco estas previeron la compra de mascarillas, batas y el resto del material sanitario que ahora necesitamos.
El Gobierno está sobrepasado y tiene la culpa de muchas cosas que no se han hecho bien pero también las autonomías que ahora se lavan las manos y, cómo no, la ciudadanía que no tomó responsabilidad hasta que se les obligó por ley.
Lamentablemente, todavía hoy las fuerzas de seguridad gastan buena parte de su energía en sancionar a los ciudadanos díscolos que no cumplen con lo establecido. Todos somos culpables en mayor o menor medida.
Es hora de remar todos a una. Son tiempos de colaboración y no de reproches, estos tienen que venir y vendrán por supuesto. Queremos explicaciones del por qué y cómo se han hecho las cosas, pero una vez vencido este maldito virus que se está llevando a nuestros seres queridos y, en especial, a los mejores, nuestros mayores, que tras superar una guerra fratricida nos auparon hasta la democracia para luego ayudarnos en una de las peores crisis económicas (2008) que ha azotado nuestro país.
A ellos, a los invencibles que siempre están ahí debemos proteger con nuestro esfuerzo y mejores medios.
De esta salimos, quédate en casa