Contagio masivo de la Casa del Mar deja sin clase a 300 alumnos
Los efectos de la inmigración ilegal pasan factura al sistema educativo. Suspendidos sin fecha oficial los grados medio y superior del Instituto Marítimo Pesquero de FP. Más de 100 africanos (40 positivos) se hacinan en 3 plantas del edificio propiedad del Ministerio de Inclusión
Contagio masivo de Covid-19 en la Casa del Marino deja a 300 alumnos de Formación Profesional sin clases lectivas para el curso 2020-2021.
El brote de coronavirus en la Casa del Marino, en Las Palmas de Gran Canaria, afecta a 40 africanos de los 100 instalados en este edificio público ubicado junto al parque de Santa Catalina, en el corazón turístico de la ciudad.
De las 11 plantas que se levantan en el inmueble, propiedad del Ministerio de Inclusión y Migraciones, los inmigrantes permanecen hacinados en 3 niveles, la 6, 7 y 11. El resto de dependencias, como los centros días para enfermos mentales o la hospedería para pobres, permanecen cerrados a la espera de que se traslade a los sin papeles.
En el mismo edificio se localizan las dependencias del Instituto Social de la Marina, encargado de tramitar los expedientes de seguridad social y partes laborales de los trabajadores del mar. Toda esa burocracia se ha deslocalizado en favor de la Delegación del Gobierno y del teletrabajo.
La página oficial de Facebook IFP Maritimopesquero LPGC publicó un extenso mensaje revelando la imposibilidad de empezar las clases de grado medio y superior en todo su catálogo de titulaciones.
Las aulas debían reabrise el lunes 14 de septiembre de 2020, pero su director, el profesor Juan Socorro, admite, en declaraciones a este periódico, que es imposible iniciar el curso por “razones de estricta seguridad sanitaria“.
El edificio entero está cerrado a cal y canto tanto para la entrada como para la salida de inmigrantes, salvo los que sean titulares de permisos por escrito y siempre que no cumplan la cuarentena.
Los irregulares duermen sobre colchones en el piso al no haber camas. Los baños son escasos y las duchas se reparten por sorteo o turnos.
Los asistentes y voluntarios de Cruz Roja llevan la comida 3 veces al días y recogen la basura y desechos sin que prácticamente haya contactos.
Los responsables del Instituto no han recibido respuesta de Cruz Roja para conocer la evolución de los enfermos y positivos de Covid.
Desde finales de 2019, la Casa del Marino empezó a recibir grupos de inmigrantes con la llegada de las primera pateras.
En agosto hubo hasta 200 africanos en condiciones insalubres que fueron difundidas en una exclusiva de la la periodista Teresa Cárdenes a través de la web teresacardenes.com.
“Las plantas donde están no están preparadas para esto. Las condiciones son pésimas. La última vez que subí salí de allí llorando. Ahí no se puede ni respirar”, llegó a expresar una de las pocas voluntarias que accedió al edificio.
Ahora, además del riesgo sanitario, la educación es otra de las vertientes sociales sobre las que impacta la migración ilegal que llega a las Islas.
Juan Socorro reconoce que es “inadmisible que en un estado de emergencia y de salud pública, no se busquen centros preparados para una ayuda humanitaria digna, como tampoco es admisible que se sacrifique el futuro y la educación de 300 estudiantes porque no sabemos gestionar nuestros propios recursos“.
La dirección y el claustro del centro, entienden que no es viable comenzar el curso académico con un centro de acogida de inmigrantes en el mismo edificio, en el actual estado de alarma sanitario. “Estamos en un edificio muy comprometido a casos de Covid, y con evidencias de la difícil situación a la que nos ha llevado esta acogida sin planificar, con decisiones impetuosas y que peor todavía, nadie ha sido capaz de corregir. No es coherente que el sector educativo se vea perjudicado por esta situación, por una mala gestión de los espacios públicos sin considerar las consecuencias negativas a las que nos estamos viendo sometidos los alumnos y profesores, junto con el personal y usuarios del resto de edificios. Somos un centro singular perfectamente integrado dentro de la comunidad educativa canaria, con unas enseñanzas muy específicas que, en Gran Canaria, solo se imparte en nuestro centro“.
El inmueble, a pocos minutos del Puerto de La Luz y de la playa de Las Canteras, engloba al IFP Marítimo Pesquero de LGC, al centro de formación ocupacional Marítima (FPOM), a Sanidad Marítima, imprescindible para los reconocimientos médicos de los tripulantes, a la hospedería de la casa del mar, e incluso unidad de salud mental de Gobierno de Canarias, centro de día externos al ISM, los cuales han tenido que cerrar de cara al público, dado la situación de inseguridad sanitaria.
Además, se gestionan administrativamente, pensiones, desempleo o altas laborales de los trabajadores del régimen del mar, e incluso del régimen general si fuera necesario.”Todo se ha tenido que cerrar al público”, subraya Juan Socorro, quien considera que es su responsabilidad denunciar estos hechos para que el alumnado, sus padres y la sociedad canaria tenga conocimiento.