"Siempre se desvivió por atender a sus pacientes. Era más que un médico. Hacía de la medicina un bálsamo. Curó a miles y dio esperanza a muchas más. Castellano encarnaba la certeza y la confianza cuando te ponías en sus manos. Fue el médico-amigo y el amigo-médico. Sabía hacer las dos cosas"
Ejerció como diputado autonómico y consejero de Política Territorial del Gobierno regional y, en su última etapa de servicio público, asumió la presidencia del Consejo Económico y Social (CES)
Llegó a Gran Canaria aquejado de un cáncer hepático tras 4 años de periplo por África para alcanzar las costas canarias. Murió el día 25 de agosto en la planta 9 del Hospital, el único lugar que conoció de Las Palmas. Una iniciativa social reúne fondos para repatriar sus restos mortales