Castel Gandolfo, el lago de ciudad
#TeCuentoUnSecreto relato 13. La autora, en su viaje por el mundo, pasea por una localidad que fue destino vacacional de Papas hasta que Francisco derogó el descanso estival. En sus calles habita el primer buzón de la historia y también un sabor a felicidad que se conquista lejano, mano a mano
#TeCuentoUnSecreto de aquel día… Aquel día que no supieron que era el día. Nadie lo supo. Así de tramposo es el tiempo. Ya no importa, ya no se diga más. Ni de más.
Tampoco se piense, que sólo se viva y se haga rápido, pues es la única certeza frente al tiempo. Y que ya no nos haga más trampas, el tiempo, salvo las de la memoria. Porque ésas nos pertenecen. A todos.
Es nuestra. A cada uno, la suya. A mí el calor ya me llega a los pies y elijo salirme de este borde de tierra, elijo sentarme con los pies colgando en otro filo, el de un lago…

Collegiata de San Tommaso da Villanova, residencia papal de verano. Ahora no se utiliza por orden de Francisco. (Foto Vaticano).
Porque es mi certeza ahora, al menos, la de mi memoria ahogada en el humo de la realidad. Respiro profundo y rebusco en los recuerdos. Y sólo entonces, vuelvo a sentir el aire de libertad. Respiro.
Era un lago de ciudad, podría decirse, puesto que está a sólo 18 kilómetros de Roma. Castel Gandolfo es una localidad muy pequeña, a orillas del lago Albano.
(Inevitablemente, piensas en todas aquellas canciones de Albano y Romina Power. Y para cuando el tren llega a la estación, aquel estribillo de tu infancia, “Felicidad, es un viaje lejano mano con mano, la felicidad, tu mirada inocente entre la gente, la felicidad”… Ya es persistente en tus oídos).
Castel Gandolfo es conocida ‘pontificia o papalmente’, pero eso es sólo un rumor. Son 14 kilómetros escasos para poco más de 8.000 personas y un palacio para la única que no es de allí.
Y sucumbes, sí. La naturaleza que te rodea, ‘davvero’ (de verdad), te sobrecoge y sucumbes ante la apacible belleza que te envuelve. Casi parece un decorado.
Te inunda una sensación de placidez intemporal, que nada tiene que ver con el observatorio astronómico vaticano que también se halla allí. En realidad, no me sorprende lo mucho que del cielo pueda saberse desde aquella cima que domina el lago.
Y no deja de resultar paradójico que la plaza delante de la sede papal se llame ‘Plaza de la libertad’, así rebautizara en los tiempos de la reunificación italiana.
Bueno, si lo piensas detenidamente, es reivindicativo. Toda una declaración de intenciones para un lugar siempre mencionado como veraneo de otros.
Sus viejas y bien conservadas murallas esconden más de lo que crees… ¡Hasta el primer buzón conocido!
Y es que en esta misma plaza central, puedes ver un rectángulo de mármol en el muro de la oficina de correos, con una sencilla fisura y una inscripción en la que puede leerse: “buca delle lettere”… El primer buzón de la antigüedad.
Lo cierto es que, como curiosidad, desde el balcón de la fachada del Palacio, el Papa Benedicto XVI dio su último discurso como pontífice en su última aparición pública ante la gente allí congregada.
Quizá pensó que este primer buzón de la región del Lazio era una buena vía para su último mensaje papal.
Un lago de ciudad… Uno elegido para vacaciones de pontífices, aunque el Papa ya no vaya. Francisco es diferente, dicen. Decían… Ya no lo sé.
Pero es verdad que no hace vacaciones, que nunca ha dormido allí como Papa y que ha abierto al público las estancias privadas de tanta historia papal. ‘Libertas mundi’, parece susurrarme el viento aquella mañana de domingo…
“Si te dan un papel pautado, escribe por detrás” , decía Juan Ramón Jiménez.
Me asomo a la pequeña playa del lago y siguen cantándome al oído Romina y Albano: “la felicidad, es saber que mis sueños ya tienen dueño, felicidad”.
Para seguir leyendo
Relato 1. Génova esconde en Boccadasse el cielo en la tierra.
Relato 2.Leonardo, los lienzos de las emociones más profundas.
Relato 3. Chartres, la catedral que esconde un laberinto medieval.
Relato 4. Nimes donde las cigarras cantan los colores del grafiti.
Relato 5. Málaga y El Pimpi, 50 años de bulerías y fandangos al paladar.
Relato 6. Pompeya, adicción al pasado bajo la lava del Vesubio.
Relato 7. Cortona, de Fra Angélico a ‘Bajo el sol de la Toscana’.
Relato 8. Medjugorje, santuario cristiano en un país musulmán.
Relato 9. Terciopelo dulce en el Soho de Londres.
Relato 10. Nueva York en los 20 años del 11-S: conocer es recordar.
Relato 11. Volcán de La Palma esperó a la luna llena.
Relato 12. La Palma sobre el tiempo que fue que ya no vuelve.