Carne y embutidos se arriesgan a subir de precio por la alarma de la peste porcina en China
Canarias importa con subvenciones 12.000 toneladas de carne de cerdo congelada para consumo directo. La industria compra más de 5.000 toneladas de porcino para derivados. Pekín ordena sacrificar 200 millones de cochinos
Carne y embutidos se arriesgan a subir de precio por la alarma de la peste porcina en China que ha obligado a sacrificar 200 millones de animales en 2019.
El gigante asiático sufre una de las mayores epidemias de salud que afecta en exclusiva a los cochinos.
La peste porcina, que no es contagiosa para las personas, ha desencajado a los estrategas asiáticos que ya han iniciado la compra masiva de carne de res y de cerdo por todo el mundo para satisfacer a más de mil millones de consumidores.
En otras palabras, los precios de la carne y de los derivados del cerdo (embutidos) van a subir a medida que la peste porcina obligue a China a paliar la ausencia de uno de los eslabones básicos en su cadena nutritiva.
The Wall Street Journal fue el primer rotativo económico en hacerse eco de la alarma alimenticia mundial.
Entre los industriales y operadores cárnicos americanos se da por hecho que el impacto sobre los precios es inevitable para el bolsillo de los consumidores.
Por ejemplo, las compañías que venden hamburguesas o salchichas o aquellas que, como McDonald’s, han incorporado bacon a combinados de nuevo lanzamiento, ya saben que el incremento está a la vuelta de la esquina.
La peste porcina, originaria de África, ha diezmado la cabaña porcina china a límites estratosféricos que desequilibran la balanza de la oferta y al demanda.
“Nada tiene que ver con la guerra comercial sobre aranceles entre Washington y Pekín“, recuerda con importador canario consultado por Espiral21 que mira con preocupación las órdenes de compra de los grandes brokers de la alimentación. “Y nada de este escucharemos en la campaña electoral“, bromea con el ruego de mantener el anonimato.
Canarias importa cada año, con subvenciones europeas, más de 12.000 toneladas de carne porcina congelada. Hasta mediados de mayo de 2019, los canarios habían consumido más de un millón de kilos y, en teoría, hay un cupo reservado de 10.000 toneladas. “Otra cosa es cómo cambie el precio con estos movimiento ondulares de China. Quizá no compense porque la ayuda será insuficiente“, según fuentes empresariales.
La industria canaria, por su parte, importa unas 5.000 toneladas para la fabricación de derivados, con lo cual resulta complejo a cuánto asciende el consumo final por la entrada de marcas exentas del programa de ayudas (Régimen Específico de Abasteciminto).
En pocas semanas, será más visible el efecto de la peste porrcina. Se calcula que hasta 200 millones de cerdos chinos se quedan en el camino a medida que se propague la enfermedad y se eliminen los rebaños para evitar más focos.
El sacrificio chino es mucho mayor que los 125 millones de cerdos sacrificados en Estados Unidos (por la misma enfermedad) a lo largo de 2018, según los datos del Departamento de Agricultura.
El impacto de China supone un agujero del 5% en el mercado mundial de la carne. China podría importar un 33% más de carne de cerdo este año que en 2018 para satisfacer su demanda interna.
En realidad, las estimaciones de las pérdidas de cerdos de China son inexactas porque los funcionarios de carne de Estados Unidos sospechan que los datos del gobierno chino están incompletos.
Los primeros datos oficial no dejan lugar a dudas.
Los valores a futuro del cerdo suben un 52% este año y los precios de la carne al por mayor siguen la misma estela.
Los precios de la canal de cerdo aumentaron un 23% en 2019, y los precios de los cortes de carne de cerdo, utilizados en salchichas, casi se han duplicado.