Canarias resiste el diferencial de impuestos gracias a los empresarios
Cambio histórico de tendencia: el diferencial fiscal no es por consumo o aduanas. Los incentivos del REF garantizan la mejor calidad de vida de los canarios frente a Hacienda. El fisco recauda 10.000 millones al año
Canarias resiste el diferencial de impuestos con la Península gracias a… los empresarios.
Por vez primera en la historia, el consumo o las franquicias de aduana (dos habituales en el sistema tributario canario) dejan de ser los pivotes del esfuerzo fiscal de los isleños desde tiempos inmemoriales.
El sobrepeso de la contienda con el fisco hay que reconocérselo a los empresarios y a los autónomos, que se han convertido en los últimos 15 años en los guardianes del diferencial fiscal.
Pero, ¿qué es el diferencial fiscal?
El profesor y economista Rodolfo Espino, uno de los padres de la Reserva para Inversiones en la Ley del REF de 1994, explica así el concepto de diferencial fiscal: “Es un elemento característico esencial de la especialidad económica canaria que se ha mantenido vigente –salvo en contados momentos históricos– desde la concesión de los primeros beneficios fiscales, en el siglo XV“.
Según Espino (que fue concejal de Hacienda el gobierno municipal de Jerónimo Saavedra), el diferencial fiscal contemporáneo “es el resultado de las especialidades tributarias que existen en Canarias, tanto en la imposición directa como en la indirecta“, de manera que el “esfuerzo de Canarias es inferior al realizado en otras comunidades del Estado, que se solidarizan con las características y limitaciones propias del hecho geográfico diferencial de este archipiélago“.
Y es Rodolfo Espino el que acaba de publicar en mayo de 2018 un nuevo estudio sobre el diferencial fiscal en la revista Hacienda Canaria, al que ha accedido Espiral21.
El informe se compone de 30 páginas y viene a ratificar la presentación ofrecida por Espino y por José Luis Rivero en noviembre de 2017 en la Universidad de La Laguna.
Espino plantea, como hipótesis, que el diferencial fiscal entre Canarias y la Península se ha estrechado como consecuencia de una transferencia molecular de los ingresos por aduana, producción y consumo a los impuestos empresariales, que han sido menores gracias a las ventajas del REF pero que han tenido un papel angular en el desarrollo económico y el sostenimiento de los gastos públicos.
Espino, que da clase de Economía Aplicada en la Ulpgc, rehúye las afirmaciones categóricas, pero la disección de los impuestos recogidos su análisis no dejan lugar sobre el valor político, académico e institucional de su trabajo.
José Luis Rivero (catedrático en Ull), califica el dossier de “histórico” y felicita al Gobierno canario por la iniciativa de revisar periódicamente las brechas del diferencial fiscal.
La recaudación fiscal en Canarias se sitúa en 10.000 millones de euros al año. El epígrafe que más contribuye a esa bolsa lo encabeza las cotizaciones a la Seguridad Social, que aporta 4.500 millones de euros.
La Hacienda estatal ingresa en las Islas 1.500 millones de euros por Renta mientras que la Agencia Tributaria autonómico le pisa los talones con otros 1.500 millones por IGIC.
Los 88 ayuntamientos canarios tampoco son flojos y gravan a sus residentes con 422 millones de euros en bienes inmuebles. La lista se nutre, entre otros, con 294 millones en combustibles; 279 millones en IVA; 181 millones en transmisiones; 145 en Aiem; 124 millones en tabaco o 114 millones en medio ambiente.
Rodolfo Espino recuerda que la Tesorería de la Seguridad Social es paritaria en toda España. “En Canarias no cambia, no hay diferencial. El impuesto en Propiedades ha subido y el IRPF y el IGIC están a la par“.
Por lo tanto, señala con énfasis Espino, el grupo de impuestos sobre la renta se mantiene durante casi todos los años de este siglo como la principal fuente del diferencial fiscal. “En el origen de este componente del diferencial fiscal se encuentran las exenciones y bonificaciones en los impuestos directos, la Reserva para Inversiones en Canarias, la Deducción por inversiones, la Bonificación a la producción de bienes corporales, la Zona Especial Canaria o las Deducciones en el tramo autonómico del IRPF“.
El grupo de impuestos sobre el consumo y la producción ha reducido progresivamente su contribución a la existencia del diferencial fiscal. “Esta tendencia creciente de la recaudación de impuestos indirectos en Canarias podría avalar la hipótesis de que el núcleo central de las especialidades fiscales canarias se ha
trasladado durante las últimas décadas desde las tradicionales franquicias aduaneras y fiscales sobre el consumo hacia los incentivos fiscales a la inversión empresarial“.
En la actualidad, el diferencial fiscal entre Canarias y la Península es del 9,2%, cuando lo habitual en el tramo histórico oscila entre el 10% y el 11%.
España presenta un esfuerzo fiscal del 33% mientras que Canarias arroja un 24%.
Este porcentaje indica que por cada 100 euros de valor generado al año en Canarias, 24 euros se destina a Hacienda.
El PIB canario alcanza los 42.000 millones de euros.
La media europea de esfuerzo fiscal supera el 40% y según el pronóstico de Rodolfo Espino, es el horizonte “hacia el que dirigimos“, aunque “lo deseable es que se haga por tramos, no de golpe“.
Si Canarias no mantuviera un diferencial fiscal, los efectos sobre la economía serían nocivos: el coste de la vida sería mucho mayor y la competitividad empresarial estaría por los suelos.
A diferencia de otras épocas (puertos francos o menos incentivos tributarios), ahora el relevo lo lideran los empresarios, convertidos en el motor de la calidad de vida y el progreso.
Estudios como los de Rodolfo Espino están complementados por otros profesores como Sonia Mauricio o el propio José Luis Rivero.