Cambio estratégico de España con el envío de armas
“Una guerra sorprende y no hay nada extaño“, aclaró en declaraciones a TVE el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, para justificar el cambio de criterio de Pedro Sánchez a la hora enviar armamento a Ucrania.
Más allá de las diferencias en el seno del Ejecutivo con Podemos, Pedro Sánchez un cambio de estrategia acorde a la política comunitaria, en un conflito “largo“, tal y como expresó en el Congreso, hasta el punto de que la crisis ucraniana coinidirá con la presidencia española en el segundo semestre de 2023.
Albares insiste en que “es imposible” pronosticar la duración de la guerra frente al criterio de “irracionalidad mortífera” de Vladimir Putin. “Europa defiende sus fronteras en el Este, y Europa tiene la fuerza para impedir que, económicamente, financie la guerra. No hay otro motivo, ni otro interés“.
Por la mañana, el presidente del Gobierno adviertió de que las sanciones impuestas a Rusia tendrán consecuencias económicas para España, sus empresas y familias, retrasando la recuperación de la pandemia y aumentando la inflación.
Sánchez condenó sin paliativos a la invasión de Ucrania perpetrada por Rusia bajo el mandato de Vladimir Putin y una defensa cerrada del paquete de sanciones internacionales impuestas en respuesta. Acto seguido, ha advertido al Parlamento de que estas medidas tendrá severas consecuencias económicas para España, sus empresas y familias, ante lo cual ha anunciado un gran Plan Nacional de medidas para paliar los efectos de la guerra en el país, ha pedido unidad al resto de fuerzas políticas y un gran pacto de rentas a los agentes sociales.
“Es más que probable que las sanciones tengan impacto en las importaciones de Rusia, la inversión de empresas españolas y en el flujo de turistas rusos en España. Es más que probable que haya interrupciones bruscas en las importaciones de Ucrania, uno de los principales suministradores de cereales, aceite de girasol y otros producto agropecuarios, pero el impacto más probable se dará en los mercados energéticos”, ha admitido Sánchez, matizando que afortunadamente la dependencia española de Rusia es menor que la de otros países europeos, siendo el 4,6% en petróleo y el 8% en gas.
“La incertidumbre asociada al conflicto está provocando ya subidas importantes de los precios mayoristas en los mercados y es previsible que los precios se mantengan altos y volátiles en el futuro con un impacto directo en el IPC y en el poder de compra y bienestar de nuestros compatriotas“, ha agregado.
Como consecuencia, ha añadido, es de esperar “una ralentización del crecimiento económico en nuestro país y en Europa, en un momento clave en que estamos consolidando la recuperación de la crisis abierta por la Covid-19“, si bien, ha defendido, “Europa está en la obligación de pagar con este sacrificio lo que los ucranianos pagan con su libertad y sus vidas. El coste de la no respuesta sería a un mayor del que vamos a padecer“.
“Tenemos que poner freno a la ambición imperial y autoritaria de Putin. Conscientes de que la guerra va a suponer sacrificios tenemos que tomar medidas para prepararnos y hacer que el impacto sea el menor posible“, anunciando la puesta en marcha de un Plan Nacional para paliar los efectos de la ofensiva en la economía española.
E presidente del Gobierno ha pedido a patronal y a sindicatos la firma de un gran pacto de rentas que permita dar estabilidad a los salarios y moderación sobre los beneficios empresariales a fin de limitar el riesgo de caer en una crisis inflacionista.