Cabo Verde el gran olvidado de la Macaronesia por el Covid
El Archipiélago hermano de Canarias se empobrece a velocidad de vértigo. Pierde el millón de turistas por la pandemia y se congelan los proyectos de cooperación que financia Europa. El 70% de la electricidad de los residentes se sufraga con el turismo
Cabo Verde es el gran olvidado de la Macaronesia en la estrategia europea para superar el marasmo financiero que propicia el cero turístico.
Cabo Verde apunta 1.623 positivos por coronavirus, con 19 fallecidos para una población de medio millón de habitantes.
Desde una década, Cabo Verde, que fue colonia portuguesa, ha emprendido proyectos de cooperación con Canarias que financia la Unión Europea, pero que con la irrupción del Covid-19, han quedado en suspenso, retrayendo los esfuerzos y las subvenciones a un punto muerto.
El drama económico de la pandemia ha empobrecido aún más a Cabo Verde, según fuentes empresariales de las compañía que operan en las Islas, a poco más de 2 horas en avión desde Gran Canaria.
Cabo Verde es uno de los países más deprimidos del planeta, con menos de 3.000 euros de renta per cápita por persona, que lo sitúa en el puesto 123 de una lista de 196 naciones.
Todo su futuro económico se depositó en el turismo, con inversores de grandes grupos hoteleros españoles, que ahora están a la espera de que las autoridades sanitarias europeas evalúen las garantías del país.

Covid 19 en Cabo Verde. El 26 de junio llegó a mil. El día 11 de julio superó los 1.600. (Fuente www.Covid-19.cv)
Algunas empresas han previsto la posibilidad de implantar unidades básicas de cuidados intensivos dentro de los complejos con el fin de trasladar un mensaje de confianza a los futuros turistas. Pero la percepción es nula.
La Sanidad es otro de las grandes hándicaps caboverdianos, aunque la distancia con los continentes europeo y africano mantiene a raya el coronavirus, pero aún resulta insuficiente para delimitar viajes turísticos a las islas.
El Gobierno de Praia (la capital) es consciente de la que se avecina, sobre todo, ante las elecciones generales de 2021. El partido con mayoría absoluta (Movimiento por la Democracia) ha hecho llamamientos a la comunidad internacional europea y a la diáspora que reside en Boston y Amsterdam, para que “no olviden a unas islas que ocupan un lugar geoestratégico entre Brasil y el África subsahariana“.
De momento, Lisboa sostiene ante la Comisión Europea y el Banco Central Europea el tipo fijo de cambio del escudo caboverdiano (116 por cada euro), una decisión que podría ser determinante para el futuro económico de Cabo Verde.
La moneda local fluctúa respecto al dólar, pero Europa ha sido siempre cooperante pero el tiempo se acaba y, ante la crisis pandémica, es posible que siga el rastro del dólar. Si el escudo entra en la banda variable, se devaluará de forma automática y el impacto inflacionista empobrecerá aún más a la población.
Las onegés que ayudan a la sociedad caboverdiana alaban la “capacidad de resistencia” de sus habitantes repartidos en 9 islas. La dieta básica se limita a la producción agrícola basada en arroz, judías y mango, con lo que sus expectativas “aún siendo preocupantes no serán catastrófica hasta que llegue el turismo“, según fuentes de organizaciones caritativas consultadas por este periódico.
Pero una depreciación del escudo mejoraría las expectativas de los grupos inversores extranjeros (sobre todo, hoteles) para contener los gastos ante el vacío de turistas.
En Cabo Verde están presentes unas 50 empresas canarias (como Binter o Naviera Armas), con unos 14 millones de euros de bienes exportados.
El 70% del sostén financiero para mantener la electricidad en Cabo Verde lo aporta el turismo. “Sin turismo, se caen todos los presupuestos“.
Pero para la proximidad de Canarias, que Cabo Verde sea un socio estable “es una prioridad estratégica para la defensa y el desarrollo“.
El Archipiélago está expuesto a la influencia del crimen organizado que transita con el tráfico de drogas desde Latinoamérica hacia países del continente africano como Guinea Bissau, uno de los estados más debilitados por la fortaleza de las narcoempresas.
Si Cabo Verde se deprime a la velocidad de vértigo por la salida del millón de turistas y la previsible devaluación de la moneda, las mafias “medirán esa posibilidad con lupa y aprovecharán su ocasión“.
Y para muestra, el episodio acaecido el 12 de junio de 2020 en el aeropuerto Amílcar de la isla de Sal, con la detención de Álex Naim Saab Morán, cuando el avión privado en el que viajaba se detuvo a abastecerse de combustible.
La portavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Nicole Navas, confirmó la captura de Saab, acusado de dirigir una multimillonaria operación de lavado de dinero, mediante la cual se desviaban dineros públicos a cuentas en el extranjero. La investigación internacional corrió a cargo de la DEA, la Agencia para el Control de Drogas de Estados Unidos.
Saab, de nacionalidad colombiana, está, además, acusado de utilizar empresas fachada para enviar a Venezuela alimentos vencidos y a precios inflados a través del programa de ayuda del Gobierno denominado Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).