Blade Runner, la obra maestra que cumple 40 años
Harrison Ford y Rutger Hauer dieron vida a la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos, una verdadera joya del séptimo arte
Blade Runner se estrenó el 25 de junio de 1982, hace 40 años. Días después los críticos la freían con aceite hirviendo; el primer fin de semana fue un fracaso tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo. Competía con la imbatible E.T: El extraterrestre, que se había estrenado el 11 de junio, y que era aclamada y rompía récords de taquilla.
Pero contra pronóstico, su director, Ridley Scott, volvía a demostrar que su proyecto solo estaba haciendo historia adelantándose a los tiempos.
Harrison Ford y Rutger Hauer dieron vida a la mejor película de ciencia ficción de todos los tiempos, una verdadera joya del séptimo arte que sigue dando quebraderos de cabeza a escritores, guionistas, espectadores y un largo etcétera que hacen de Blade Runner una obra maestra.
La acción transcurre en la ciudad de Los Ángeles, en un futuro distópico en 2019. La estética, el vestuario y la ambientación, entre vintage, punk y postmoderna con espíritu de comic, crearon tendencia y rozan la perfección.
La película está llena de momentos memorables, aunque uno, en concreto, ha levantado pasiones.
“He visto cosas que vosotros no creeríais. Naves de ataque en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir”.
El célebre monólogo final del replicante Roy Batty, cuasi shakespeareano, eterno como la película, contiene una improvisación del actor Rutger Hauer (lo de “todos esos momentos se perderán…”) reproducida una y otra vez en los innumerables foros que a lo largo del tiempo analizaron la dimensión fílmica, técnica y filosófica del film.
Ahora solo queda volver a disfrutarla, y que pasen otros 40 años.