Biennale de Arte de Venecia redibuja Ucrania
Alrededor de una pila de sacos de sacos de arena y rodeada de carteles hechos durante este ataque, la muestra veneciana ha creado un espacio de solidaridad con la nación ucraniana y sus artistas
Cultura es diálogo y respeto por la diversidad, pero sobre todo, es identidad. Acabar con la cultura de un pueblo es, sin duda, intentar acabar con él, sin matices. Silenciarlo.
La vida pasa por convivir, Resulta imposible subsistir sólo como individuo, es la colectividad la que se encarga de dar continuidad a las vivencias compartidas.
Por fortuna, la Biennale de Arte de Venecia ha reservado un espacio a Ucrania en su 59 edición. De modo que aunque la invasión rusa haya intentado borrar la silueta de este histórico país, los ucranianos han sabido preservar su esencia.
Y en grupo, un colectivo de artistas impregnados de la verdad, esto es, de la emoción compartida de una identidad real que subsiste gracias a la lucha, desembarcan este sábado en la más famosa Muestra de Arte de Italia.
La sensación de incertidumbre, casi de fin, que acompaña a todos ellos, puesto que todos han dejado a algún amigo o familiar en tierra ucraniana, estará presente en el pabellón, por supuesto.
Bajo el nombre de ‘Piazza Ucraina’, Plaza Ucrania (alrededor de una pila de sacos de sacos de arena y rodeada de carteles hechos durante este ataque), la Bienal ha creado un espacio de solidaridad con el país y sus artistas que, dentro del pabellón dedicado a Ucrania, mostrarán cómo la vida cambió para ellos en la madrugada del 24 de febrero de este 2022.
Porque no nos engañemos, que una bailarina cambie las zapatillas de ballet y el papel de cisne por un fusil como combatiente, no la deja indiferente para el resto de su vida (Lo que sea que ésta dure a partir de entonces).
Su baile, si tiene la suerte de volver a calzarse sus zapatillas, ya será otro. Ha de serlo, como hecho inevitable a la condición humana e inherente al alma. No hay otra.
Al final, se demuestra que no hay mayor diplomacia que la que es capaz de desplegar la cultura. El comisario y artistas rusos se retiraron de la ‘mostra’ según comenzó la invasión, alegando que en un contexto semejante, “con la muerte de civiles en territorio ucraniano”, no se sentían capaces de representar a su país.
Lo cierto es que, entre los artistas ucranianos que no han tenido que interrumpir su trabajo, sea por edad u otra razón, está Pavlo Makov (63 años), natural de Kharkiv y un convencido de que “Rusia quiere eliminar la cultura ucraniana”.
Los misiles ya caían sobre ellos cuando, junto a su mujer y su madre de 92 años, huyó en coche los primeros días de marzo rumbo a Venecia. Su hijo y su hija, adultos ambos, se quedaron en Ucrania como voluntarios… Heroiam Slava! (¡Gloria a los héroes! Añado yo).
Como no hubo tiempo de llevar el arte a cuestas, una de las curadoras, Maria Lanko, lo sacó desde Kiev donde se encontraba en otro coche. Al menos, esto era más fácil de transportar…
Porque otra de las curadoras, Lizaveta German parió entre sirena y sirena bajo el cielo de Lviv, desde donde también huyó hasta Venecia. Ahora sólo el agua de los canales es cuanto escucha ese pequeño mientras Lizaveta, llena de Arte, lo amamanta.
Precisamente, el arte en tiempos de guerra es también una respuesta, Sólo con este hecho, acaban de convertirse en la memoria de un pueblo y, sin duda, su seguro de pervivencia en el tiempo. Slava Ucraini…!
(La Biennale de Arte de Venecia estará abierta al público hasta el próximo 27 de noviembre. Ojalá que el cielo ya no sea naranja sobre ninguna ciudad del mundo).