Baryshnikov y Fabre estrenan ‘Not Once’ en Venecia
Instalación de arte con película en un proyecto multimedia creado por 2 grandes de la escena mundial
Biennale, Biennale y “volare, volare”… Así lo anunciamos con alegría hace dos meses, que la XV Bienal de la Danza de Venecia, bajo la dirección de Wayne McGregor, arranca el 23 de julio hasta el 1 de agosto, y que contaría con la Premio Nacional de Danza 2020, Iratxe Ansa.
Pero lo que no sabíamos entonces era que, además, presentaría al mismísimo Mikhail Baryshnikov para la propia noche de su pistoletazo de salida, interpretando un trabajo del ‘absoluto’ Jan Fabre.
¡Qué tándem más maravilloso, por favor!
Se trata del estreno mundial de ‘Not Once’ (‘Ni una sola vez’), una instalación de arte con película. Un proyecto multimedia concebido, escrito y dirigido por Jan Fabre. (Codirigido también por Phil Griffin, en el caso de la cinta cinematográfica).
‘Not Once’ ve la luz en la Sala de Armas del Arsenale veneciano a la 12.00 horas. Y así, al mediodía volverá la danza a moverse por los espacios de la Biennale de Venecia.
De nuevo… Otra vez, al fin. Venecia recuperó poco a poco la normalidad y su papel de timón cultural del mundo. Y será con la sonrisa al viento, al menos, en el recorrido que conduce por los caminos escondidos del Arsenal hasta llegar a la espectacular ‘Sale d’Armi’.
’Ni una sola vez’ y al aire libre, al borde de ese otro canal que atesora L’Arsenale, abierto a la curiosidad de las miradas sólo cuando la Biennale de brinda la oportunidad con el Arte.
‘Not Once’ es una instalación experimental que revela “la relación platónica entre el sujeto y un fotógrafo que, durante años, ha manipulado su cuerpo y lo ha reelaborado en diferentes entidades”.
Basado en un monólogo escrito por Jan Fabre, es fruto del trabajo conjunto durante cuatro años de estos dos monstruos de la escena que son Fabre y Baryshnikov, explora la vida del artista, las relaciones entre su obra y su propia existencia.
Su comunicación con el público, su audiencia última, en definitiva. Y, en conclusión, ese invisible equilibrio entre dar y recibir que hay en aquel que dedica su vida al arte. La independencia de una voz propia y la globalización del mensaje artístico.
Podrá verse durante todo el Festival, un lujo, sin duda. Decía Pier Paolo Passolini que el mayor pecado contemporáneo era la indiferencia… Bendita Biennale de Venecia que nos remueve los adentros como si toda la vida fuera arte.