Banksy pasó la Navidad en Belén
Quizá por eso también es blanco el color de la pintura de Banksy en el ‘callejón de los milagros’ de Belén. “Paz en la Tierra (Sujeta a términos y condiciones)”,
Banksy buscó ‘posada’ en Belén y la halló. Al igual que María y José. Y en la misma gruta. Pero Banksy, el ‘grafitero‘ más famoso del mundo no pasó de la puerta. Tampoco él necesitaba esconderse, aunque lo haga habitualmente. Ni es inocente.
Culpable de Arte y justicia. Culpable de Ideario, Banksy encontró en Belén el ‘callejón de los milagros’, como antes que él lo hallaran tantas mujeres después de María.
Banksy escogió esta vez la modesta puerta de la Iglesia de la Virgen de la Gruta de la Leche, relegada por el turismo de la Basílica de la Natividad a la callecita de atrás. Pero muy presente para la riada de peregrinos de todos los cultos (peregrinas, en realidad).
Miles de mujeres que acuden a este pedacito de Belén palestino en busca de un milagro por voz de María, la primera en vivirlo dentro de esta gruta antes de que fuera iglesia y surgiera el callejón.
Jesús lloraba de hambre y María se detuvo a darle el pecho. Un llanto de esos no deja tregua y aquel parecía un buen refugio. La Sagrada Familia intentaba salvar al pequeño de la matanza de los inocentes, antes de que pudieran huir a Egipto.
En su afán por calmar el llanto del niño, una gota de leche de la Virgen María cayó al suelo, tiñéndolo de blanco al momento, todo él. Toda la cueva quedó blanquecina. Bendecida por la leche que la impregnó. Hasta hoy.
Y así fue como en el tiempo, se excavó una pequeña iglesia en su piedra blanca y porosa. Blanda, hasta el punto que desprende un polvo blanquecino que las mujeres van a buscar en bolsitas ansiando la llegada de un bebé.
Sólo los Franciscanos, responsables de la custodia de los Santos Lugares en Oriente Medio, se atreven a dar números. Cifran en más de 4.000 nacimientos sólo en los últimos 14 años, acreditados todos ellos por las innumerables cartas de los padres y las fotos de los bebés que empapelan su diminuta tienda.
Sólo ellos, los Franciscanos, son conscientes de la devoción que buscan las mujeres con problemas de fertilidad.
El ‘callejón de los milagros’ está al margen de la política y une a mujeres tanto musulmanas como cristianas. Quizá por ello Bansky lo escogió. Unos días antes de la Navidad. Porque está lleno de esperanza.
Y la puerta elegida esta vez por Banksy, el artista británico (¿callejero?), también está llena…De nombres con fechas de nacimiento propias desde aquel primer 28 de diciembre. Desde aquel llanto desconsolado en la huida. Y desde aquella gota de leche, blanca.
Quizá por eso también es blanco el color de la pintura de Banksy en el ‘callejón de los milagros’ de Belén. “Paz en la Tierra (Sujeta a términos y condiciones)”, reza el grafiti con una estrella en el portón de la Iglesia de la Virgen de La Leche.
En Belén, donde todo empezó para los cristianos. En Betlehem, para los musulmanes. Tras el muro de la demarcación Israelí.
Lo cierto es que Belén es el último bastión del Cristianismo en Tierra Santa. Allí se agrupa el 12% de la población árabe creyente en Jesús. El resto practica el Islam.
Y al igual que en Belén se reveló Jesús, parece haberse ‘desvelado’ la identidad de Banksy, puesto que podría haber sido ‘pillado’ en una foto por un turista escocés que pasaba por allí.
No sabemos si Jason Stellios buscaba un milagro cuando salía de la capilla de la Gruta de la Leche y se topó con el instante en que un hombre con sombrero, plantilla y spray en mano, rociaba una estrella en esta bendita puerta… Pero lo cierto es que descubrir la identidad de Banksy casi sería otro milagro.
Seguramente, ni siquiera Fadish, un joven franciscano árabe responsable de la tiendecita que está en el patio, se percató de la presencia de Banksy pese a dejar su huella artística a plena luz del día…Entusiasmado como está con las cartas llegadas por el verdadero milagro.