Banksy llega a Madrid y desafía al sistema desde dentro
Banksy regala su obra al mundo sin coste alguno, mientras todos seguimos desconociendo su identidad.
Banksy levanta pasiones, inevitablemente. Lo cierto es que Banksy consigue darle apariencia artística a todo aquello que tantos quisiéramos, no decir, sino gritar al viento.
Banksy lo clava. Ya sea por injusto o por despótico, reacciona a ese hecho improcedente o arbitrario que sucede en no importa qué lugar del planeta, y grita por todos a un tiempo.
Y lo hace siempre en silencio, discreto y desinteresadamente. Hasta tal punto Banksy es altruista que permite que otros exploten su nombre sin que jamás haya obtenido él, ni remotamente, las cifras que han llegado a barajarse por su firma.
Banksy se complace con el mero hecho de meter el dedo en el ojo, poniendo de relevancia algo que la sociedad digiere sin más, bien por rutina o bien por desesperanza.
A coste cero. Bueno, no del todo… Embellece con cada cita esa pared o muro que encontró vacío de finalidad pero lleno de posibilidades. Ese hueco que pasaba tan desapercibido como el problema que retrata.
Y devuelve la esperanza. La esperanza de que quizá, sólo quizá, se dé así el primer paso para pasar de la reflexión a la solución. En una sociedad tan desesperanzada como la que vivimos, tan materialista que invisibiliza, Banksy llama la atención.
Del mundo entero, por cierto. (Una de sus obras fue subastada por 1.800.000 euros).
Además, la generosidad es doble porque al elegir anónimamente el mural (siempre actúa de noche, pues sigue conservando celosamente su identidad), no sólo se comunica con el público libremente, sino que convierte en dueño de la obra de arte al propietario del muro elegido.
Por ello, más allá de esta ironía, puesto que sus grafitis están siempre en sitios públicos, con una clara vocación de que su mensaje político-social circule libre y globalmente… Sorprende siempre que inauguren exposiciones de obras originales de Banksy.
En este final de un extraño 2020, le toca el turno a Madrid. Más concretamente, a partir de ya y hasta el 9 de mayo de 2021, podrá disfrutarse del arte de Banksy, y sus píldoras con mensaje, en el Círculo de Bellas Artes de la capital nacional. Una muestra valorada en más de 10 millones de libras.
Naturalmente, se trata de una exposición no autorizada… Como no podía ser de otra manera. Son un total de 70 obras que han llegado a manos de coleccionistas privados, de las cuales 18 son únicas, es decir, no existe copia de ellas.
Y por más que salgan voces criticando el pago de 16,50 euros por entrar a verla, argumentados sobre el ‘rictus’ de que se trata de una incongruencia, dado el espíritu anticapitalista del mensaje de Banksy… ¡No ha lugar, señores!
Es exactamente eso: una exposición no autorizada por el genial artista Banksy, quien se ha atrevido a reírse sonoramente y en público hasta de la Casa de subastas Sotheby’s tras venderse su obra por más de un millón de euros.
Así es que no, Banksy no ha sido fagocitarlo por el sistema que critica. Lejos de ello, muy lejos… Sigue riéndose. (Y alzando la voz en sus grafitis).
No en vano, el propio Banksy ha dicho que “el éxito comercial es un fracaso para un grafitero”