Bailarinas de la guerra en CND, Slava Ucraini
Llegaron de la guerra con todo lo que cabía de su vida anterior en la mano, bien agarrado, y el empuje de un sueño en sus zapatillas. Cinco bailarinas ucranianas que formaban parte del Ballet de la Ópera Nacional, con sede en Kiev, vuelve a soñar. Quizá.
Sólo quizá, porque no es fácil olvidar los horrores de la guerra ni, mucho menos, todo cuanto dejaron atrás. Especialmente, familia y amigos, pero también una vida estructurada y ordenada que se vuelve del revés de un día para otro.
Desaparece, sin más. Pero el presente, como la vida misma, es prometedor. En efecto, cinco bailarinas ucranianas del Ballet de la Ópera de Kiev se han integrado en el programa de ‘Talento Emergente‘ de la CND.
La Compañía Nacional de Danza española espera así ayudarlas para que sigan entrenando a nivel profesional, de modo que su potencial artístico continúe desarrollándose, después de que la invasión rusa interrumpiese sus carreras.
Son cinco rostros marcados por el miedo y esa terrible timidez que se siente ante el abismo de la tragedia. Yelyzaveta Semenenko, Kateryna Chupina, Anastasiia Hurska, Aleksandra Berozkyna y Marina Lastovyna son sus nombres.
Tenían hasta cuatro funciones de ballet a la semana, en un país donde el ballet es una tradición. Todas ellas se pusieron en contacto con la CND ante la situación que estaban viviendo en Ucrania.
Y ahora toman clase cada día en la sede de ‘Matadero’ de la CND en Madrid. Es más, tres de ellas, participarán en el estreno de ‘Giselle’ el próximo lunes de Pascua en el Teatro Real, bajo la dirección de Joaquín de Luz.
Igualmente, las lágrimas siguen bañando sus ojos por una guerra que no cesa. La noche que se acostaron bailarinas y el día que se levantaron refugiadas del asedio de Kiev, cambió sus miradas para siempre. Allí el cielo sigue naranja.
Pero la cultura y, más específicamente, la danza, las ha convertido en supervivientes de un mañana esperanzador, frente a tantos otros miles. Slava Ucraini.