Auschwitz es el mayor: Día Internacional del Holocausto
El mayor de los campos de concentración construidos por los nazis gaseó hasta 8.000 judíos al día. Más de 6.000 españoles republicanos fueron asesinados en Mauthausen. Y entre ellos, 29 canarios
Auschwitz… Auschwitz-Birkenau, Mauthausen-Gusen, Treblinka… Pero también Chelmno, Belzec, Sobibor, Majdanek, el único que se conserva íntegramente intacto, además del segundo mayor de toda Europa. (Y uno de los seis construidos en suelo polaco).
Buchenwald, Dachau, Dora-Mittelbau, Flossenbürg, Neuengamme y por supuesto, Bergen-Belsen, el primero de los campos de extermino en ser liberado por los aliados.
Demasiados nombres definitivamente asociados al horror y la crueldad del holocausto cometido por los nazis, para toda la eternidad. Sin duda, el primero fue el peor, por su nivel de eficacia mortal en número de fallecidos.
(Auschwitz-Birkenau fue el mayor de los campos de concentración construidos por los nazis y en él llegaron a ‘gasearse’ hasta 8.000 judíos al día).
Ya son cada vez menos los que quedan vivos para contarlo en primera persona. Mayoritariamente, tan sólo aquellos que sufrieron el genocidio de los suyos siendo niños o unos adolescentes. Si acaso, rozando los 20 años, los más afortunados y longevos.
Pero todos han vivido una existencia condicionada por esa terrible experiencia vital. Toda una generación de supervivientes que van desapareciendo. Pero no sus historias, no el relato real del mayor genocidio de la humanidad.
Y sucedió en Europa, aunque se estime que más de un 50% de la población mundial jamás oyó hablar de él, ni sepa que ocurrió durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial.

La Shoah ha sido llevada al cine. En la imagen, un fotograma de la ‘Lista de Schindler’ de Steven Spielberg, que refleja el drama del ‘gueto’ de Varsovia.
Del desconocimiento y el olvido a la negación, desgraciadamente, hay una distancia muy corta que la humanidad no puede permitirse. Cada ‘kadish’ rezado por los descendientes de quienes lo lograron, y de todo un pueblo, tiene la facultad de ser una rememoración.
El recuerdo de uno mismo, de cada uno de ellos, que permite traer al presente lo sucedido. Tal y como diría Platón, aquello conocido en el tiempo que dura siempre.
Si pensamos en la etimología de la palabra ‘recuerdo’, que tiene su origen en el latín ‘re cordis’, su significado adquiere una dimensión aún mayor, pues la traducción sería “volver a pasar por el corazón”.
¿Quién podría volver a pasar todos estos acontecimientos por el corazón sin que éste le estallase en mil pedazos? Queremos creer que nadie.
El 27 de enero es la fecha señalada por la Unesco como el Día Internacional de la Conmemoración del Holocausto, en el que todos debemos proteger la historia. Difundirla, en definitiva, para evitar su distorsión.
Y el día 13 de este recién comenzado año 2022, la Asamblea General de las Naciones Unidas abordó una sesión sobre la ‘Cultura de la Paz’ en la que se refirió específicamente a ‘la Negación del Holocausto’.
La distorsión del holocausto, en cualquiera de sus formas (su negación, en definitiva), es abrir la puerta al antisemitismo. Pero no sólo los judíos fueron masacrados…
En general, el nazismo se sirvió del exterminio para todos aquellos ‘elementos humanos’ que le eran incómodos, como fue el caso de los “Roten Spanier”, esto es, los ‘españoles rojos’.
Más de 6.000 españoles republicanos fueron asesinados en Mauthausen. Y entre ellos, según se ha confirmado, 29 canarios. Un triángulo azul invertido con las siglas SP (español), y la muerte como destino final.
Esclavos hasta el último aliento, tras el agotamiento por los trabajos forzados en un campo sin retorno. Mauthausen – Gusen y sus cuatro subcampos, en los que también se practicaron los más terribles experimentos médicos.
A manos de los doctores de las SS, Helmut Vetter y Herbert F.Heim, éste último especialista en la preparación y reducción de cabezas humanas como pisapapeles, se cometieron atrocidades aún mayores que la mera muerte por agotamiento o por congelación.
Sólo cuando el recuerdo vence al olvido, la vida vence a la muerte.