Adobe compra Figma por 20.000 millones y hace rico a su fundador
Un joven estudiante de San Francisco, Dylan Field, de 30 años, logra un sonado 'pelotazo' con una de las tecnológicas más aventuradas de su generación al permitir que un editor de gráfico opere en varias plataformas desde un solo navegador
Hace cuatro años, Dylan Field vivía en un apartamento de San Francisco. Abandonó la universidad y creó un gigante que ahora le reporta 20.000 millones de euros con la venta de Fima a su eterno rival, Adobe.
Field, de 30 años de edad, ha pasado a ser uno de los tecnológos más admirados del mundo.
Field cofundó Figma con un antiguo compañero de clase de la Universidad de Brown, dentro de los estándares de Silicon Valley. A principios de 2018, la empresa fue valorada de forma privada en 115 millones de euros. En 2021, en otra ronda de recaudación de fondos, ya valía 10.000 millones, un nivel duplicado ahora por Adobe, pese a la caída del valor de las tecnológicas.
Pero Field se guarda alguna carta más porque, según inversores y personas cercanas a su círculo, mantiene una parte considerable de la compañía, junto con pesos pesados del capital de riesgo, incluidos Sequoia Capital y Greylock Partners. Si el trato se cierra, Field será multimillonario.
Field era un estudiante corriente, rechazado por la Universidad de California, Berkeley, hasta quese matriculó en en Brown.
Durante su tercer año, Field solicitó una beca dirigida por el financiero multimillonario Peter Thiel. La beca, que entonces no era particularmente conocida, ofrecía a los solicitantes 100.000 dólares en fondos sin condiciones si aceptaban abandonar la universidad para perseguir objetivos empresariales.
Lanzó un nuevo software para modificar drones para monitorear el tráfico y atrapar a los conductores imprudentes, pero no funcionó.Su siguiente idea, Figma, cambió las reglas.
Figma es una plataforma de edición de gráficos que permite a las personas diseñar proyectos juntos donde un mismo navegador opera en varias plataformas a la vez, y como casi todas las compañías de software subió como la espuma durante la pandemia.