1973: el FBI tras la pista de la colonia nazi en Fuerteventura
Por Víctor Rodríguez Gago
El pasado 18 de enero, la CIA publicó en su página web más de doce millones de documentos desclasificados que, hasta ahora, solo podían consultarse en las oficinas de la Agencia en Maryland, y en un horario restringido, de 9 de la mañana a 4.30 de la tarde. El material abarca más de 70 años de informes de Inteligencia, desde la II Guerra Mundial hasta la actualidad. Si se introduce “Canary Islands” en el buscador de la base de datos, el usuario obtiene más de 32.000 documentos. MERIDIAN explora, analiza y pone en contexto las referencias a Canarias en los papeles de la CIA.
El asentamiento de fugitivos nazis en Fuerteventura ha sido objeto de atención por el periodismo y la literatura desde el final de la segunda Gran Guerra. Uno de los 32.000 papeles con referencias a Canarias publicados por la CIA en su página web confirma que la colonia nazi en Canarias no pasó inadvertida para las agencias estadounidenses.
El FBI emitió el 26 de noviembre de 1973 un memorando sobre Martin Bormann, el jefe de la Cancillería del Partido Nazi, localizado por un confidente anónimo en Zurich, viviendo con una nueva identidad, la de “Doctor Husner”.
El informante –citado como la fuente de todo el memorando– también avisa al FBI de que “un número de antiguos nazis viven en Fuerteventura, en las Islas Canarias”.
Los jerarcas alemanes poseen “grandes extensiones de terreno en la península de Jandía, bien como propietarios, bien como residentes”, dice el informe del FBI, calificado en su día como “confidencial”, y recién publicado por la CIA en su página web, junto a otros doce millones de documentos de Inteligencia producidos a lo largo de los últimos setenta años.
La fuente del FBI asegura que “un hombre llamado Winter, supuestamente, actúa en representación de los nazis en sus negocios inmobiliarios” en la isla.
Gustav Winter, el ingeniero alemán que da nombre a la “Casa Winter” en Cofete, Fuerteventura, había fallecido en 1971, dos años antes del memorando del FBI. La mansión, construida en 1946, ha sido escenario de leyendas populares y de novelas que conjeturan sobre el enigmático Winter y su doble vida como productivo ingeniero y supuesto colaborador del III Reich. Llegó a España en 1915 y participó en la construcción de infraestructuras eléctricas como la central de la Cícer, en Las Palmas de Gran Canaria. El Gobierno franquista le concedió la nacionalidad española, lo que ayudó a blindarlo frente al interés de los gobiernos aliados en obtener su repatriación a Alemania al acabar la II Guerra Mundial.
Del FBI a la CIA
La copia del informe del FBI va dirigida al director de la CIA. El envío entre agencias se produjo el 24 de junio de 1974, casi un año después de la redacción del memorando.
Se trata de un resumen de los hallazgos de una agente especial tras la pista de Martin Bormann. La agente es identificada en el memorando como “NY T-1”.
Durante el verano de 1973 –tres meses antes de redactarse el informe–, la agente del FBI ha estado en Europa, donde se encontró con el confidente anónimo que la pone al corriente del paradero de Bormann y de otros jerarcas nazis: Heinrich Muller, jefe de la Gestapo; Walter Schellenberg, jefe de la Abwehr –el aparato de la Inteligencia militar alemana entre 1921 y 1944–; Otto Skorzeny, el jefe de la Operación Roble, que rescató a Mussolini de su encierro en el hotel Campo Imperatore, en 1943; y Hans Wagner, jefe de la Abwehr en Bucarest. Todos están viviendo en Zurich, en el verano de 1973, bajo identidades falsas, según el informante del FBI.
El informante cuenta a la agente del FBI que Bormann huyó en los últimos días de la II Guerra Mundial, llevándose cien millones de dólares en bonos y obras de arte. El jefe del Partido Nazi obtuvo un pasaporte diplomático de El Vaticano, usando la identidad de un ciudadano suizo fallecido, el “Doctor Husner”, según el resumen que el FBI hace del encuentro de la agente especial con su fuente, celebrado en algún lugar de Europa en el verano de 1973.
El informante habló con la agente de cómo obtener dinero a cambio de su información. Así consta en el memorando.
“Al principio” –dice el documento– “el confidente pensó en que sería buena idea publicar un artículo o una serie de artículos en la Prensa, escritos por la agente “NY T-1” y firmados por él, en los que se expondría la conspiración de los fugitivos para convertir en efectivo los bonos y las obras de arte robados”.
Al parecer, el confidente ya tenía un editor que estaría dispuesto a pagar por ese material. Además, exigía una comisión del botín, si las autoridades estadounidenses recuperaban los bonos y las obras de arte escondidas por Bormann.
No obstante –continúa el informe de la agente–, en un segundo momento, el confidente se arrepintió de este plan:
“Se dio cuenta de que los nazis lo matarían si publicaba esos artículos, pero creía que si le concedían un permiso de residencia en los Estados Unidos, se sentiría seguro frente a las posibles represalias nazis”.
En este contexto, la información sobre la presencia de nazis en Fuerteventura parece ser una propina que el confidente entregó a la agente, tal vez, para demostrarle que era una fuente de calidad.

Documento del FBI acreditando la existencia de nazis de la II Guerra Mundial escondidos en Fuerteventura.